El mercadillo se caracteriza por su aspecto informal y por el público. Nos gusta pasear entre variados puestos, conversar con el vendedor e interesarnos por objetos curiosos y artículos de saldo; incluso se permite un ligero regateo. Tiene un carácter peculiar respecto a otro tipo de compras.
Es para personas que disfrutan de ese ambiente informal, de la compra espontánea y de oportunidades.
Nos ayuda a conocer costumbres, a descubrir ambientes y a divertirse, especialmente los que acudimos con amigos o familiares.